Hace muy poco, celebrábamos los 75 años de nuestra Casa General, (www.esclavasdelaeucaristia.org). Así que nos pareció interesante entresacar de los archivos y escritos de Madre Trinidad una pequeña cronología, diríamos escrita, de cómo se fueron sucediendo los acontecimientos para esta fundación.
Fue la misma Madre Trinidad, la que entre otras cosas por la localización geográfica, creía de vital importancia una casa en Madrid. Al fin y al cabo, era la capital de España y mantendría a la congregación comunicada en todos los aspectos, también pensaba en la formación de aquellas aspirantes que optaran por vivir en la nueva familia que recién fundaba.
La Madre escribe desde Granada:
“ … Mañana, D. m., saldrá M. Inmaculada con M. Sagrario para Madrid, con esta dirección van a casa de Dña. María y D. Eusebio; lo veo así, vayan a procurar una casa a ver si podemos fundar, si es voluntad de Dios”.
El testimonio, lo termina perfilando una hermana en sus crónicas, sor Matilde Castillo:
“Ya teníamos casi medio Madrid andado y visto, y sin encontrar nada que para el caso necesitábamos, pero siempre confiando en el Señor, la Virgen y la continua oración de nuestra Madre que por este fin hacía, y la ayuda de estos señores. Nos manda D. Eusebio un día, ir por la Plaza de Toros y coger allí un tranvía que sube a Ciudad Lineal, tiene trece paradas, y muere en Chamartín. Total que nos metimos en el tranvía y sin saber dónde debemos parar, y en la parada 9, nos bajamos. Entramos por la calle primera que vimos… . Llegamos a lo que hoy es 21; en aquella cancela nos paramos una a cada lado, y veíamos con cariño aquel hotelito, nos parecía que tenía algo de convento… . Llegamos al día siguiente, y muy cerquita del hotelito, había una casita bien humilde, y nos dice una buena mujer, la que hoy conocemos, la señora Carmen, muy buena por cierto, su marido tenía un carrito y hacía con él transportes, fueron después muy buenos para nosotras. Nos dijo así: Aquí no vive nadie, las dueñas de esta casa son las Hermanitas de los Pobres, parece ser que de noche vienen dos ancianos a dormir, y por la mañana, marchan al asilo. Ya enteradas de todo, le pedimos la dirección de las Hermanas, y nos dicen Carabanchel Bajo, asilo.
“…El día 25 hemos llegado a Madrid y enseguida desde nuestra nueva casa de Ciudad Lineal… Esto es muy hermoso y tranquilo y espero con la ayuda de Dios, llegar hasta el fin en esta nueva fundación…” .
Inmediatamente fuimos, llamamos a la M. Superiora. Después de un afectuoso saludo, todo fraternal, nos manda sentar y espera digamos el fin de nuestra visita. Ya todo expresado, le íbamos notando grande deseo de ayudarnos, atendiendo lo máximo a nuestro pedido, para todo lo que estuviera a su alcance. Viéndola tan maternal y fraternal, con una sinceridad y caridad extraordinaria, y nunca vista, nos dijo abiertamente: Miren Madres, esa casa para nosotras es de un peso enorme, pues visto que tenemos que pagar multas cada vez que no tenemos la luz de fuera encendida, acordamos se fuesen todas las noches dos ancianos, enciendan la luz, y por la mañana la apaguen y se vengan para casa. Pero vean mis buenas madres, nos hemos enterado, y tan providencialmente, que estos ancianos, en vez de cumplir este mandato, se van a la taberna, pasan allí la noche y luego llegan aquí de mañana, en las condiciones que son de suponer. Como se trataba de las religiosas, el Señor me dio para resolver la situación y necesidad de ambas partes. Como nos quedamos algo impresionadas, al oír a la Madre, según creo, con seguridad, que fue el Señor el que me inspiró le dijese a la Madre lo siguiente: Madre, si Vd. quiere, lo ve bien y le parece mejor, como nosotras estamos en este plan, haciendo las gestiones necesarias para conseguir la casa que necesitamos, nos podía dar las llaves, nosotras quedábamos a dormir y cuidábamos de la luz, mientras vamos escribiendo a nuestra Madre, y con la respuesta que nos dé, vendremos a comunicársela a Vd. Nos dice la Madre: pues me parece muy bien, por mi parte les digo desde ahora que sí, y que sí. Pero esto mismo voy a comunicárselo a las dos Madres del Consejo. Marchó muy deprisa, y yo me fui a una reja que había frente al jardín de hierro, y vi que una Madre, ya anciana estaba paseando por el jardín y se acercó a ella, y, al comunicársele nuestro asunto, le oí decir: Sí Madre, sí, pobrecitas, déselas las llaves, déselas. Sin más testigos, sin garantía alguna, ni más nada, se ejecutó en este día este milagroso y extraordinario milagro con la entrega de la casa, llaves, y santo contrato. Era el 15-5-44. Sólo tenía la casa una cama que era donde dormían los dos ancianos, ésta nos sirvió para dormir las dos; no encontramos dificultad alguna, pues también dormimos juntas en casa de Dña. María. No parábamos de darle gracias al Señor, por habernos dado tantas gracias y favores tan desinteresadamente, que aún parecía hasta increíble. Enseguida le escribimos a nuestra Madre todo lo ocurrido, sobre todo cómo había obrado el Señor, cómo la Santísima Virgen en su Divina Providencia… . Así que nuestra Madre, al recibir nuestras letras, ve que nuestro Señor le llama, sin más regateos ni espera, se dirige hacia Madrid con el personal que creía necesario, llena de fe, esperanza, y de una confianza especialísima en la Divina Providencia…”. (Testimonio escrito de sor Matilde Castillo).
Sigue completando el relato sor María Sagrario, otras de las que viaja a Madrid en este viaje exploratorio:
“… nuestra Rvdma. Madre mandó a M. Matilde con otra, decidiéndose, contando con el beneplácito suyo por la de Ciudad Lineal que aunque, como saben, era solamente un chalet pequeño, con su jardín, era suficiente terreno para edificar, como se ha hecho y en espera de más, si Dios quiere. En esta fundación ayudaron mucho los PP. Jesuitas y el Párroco de Chamartín, tanto en la parte espiritual como en la material… . El convento ya estaba arreglado, lo más preciso, faltando la capilla, que como era una habitación empapelada, a nuestra Rvdma. Madre no le gustaba, queriendo poner colgaduras encarnadas de la mejor calidad posible. ( Testimonio escrito de sor María Sagrario)
Madre Trinidad escribe en sus cartas a las hermanas:
“Ahora tenemos que ir a Madrid para terminar lo de la casa que vamos a tomar en Ciudad Lineal, ya os daré dirección.” . (Granada 15-V-44). “…pues ya están en la casa, nuestras hermanas. La dirección es la siguiente: Ciudad Lineal Calle de Bueso Pineda. «Villa Saint Germaint»”.
“…El día 25 hemos llegado a Madrid y enseguida desde nuestra nueva casa de Ciudad Lineal… Esto es muy hermoso y tranquilo y espero con la ayuda de Dios, llegar hasta el fin en esta nueva fundación…” .
Esta casa desde entonces, ha sido casa noviciado de la Congregación hasta 1989, fecha en que se traslada el noviciado a la nueva ubicación en Los Negrales. La casa de Madrid es actualmente Casa General de la Congregación, residencia de la Superiora General y la comunidad, tiene a su cargo el Colegio Madre de Dios.
Estos son los orígenes de la primera fundación de Madrid. Si te gustó, ayúdanos a compartir.