Gran interés tenía la madre Trinidad en fundar en Madrid y por fin lo pudo hacer en 1944. Madrid es punto de mira en su proyecto de fundaciones por ser la capital de España y con ello sede de muchos organismos civiles y eclesiales que Madre Trinidad necesita para llevar a cabo su Obra. Es Madrid centro de comunicaciones desde donde se facilitan los movimientos y por eso después de regresar de Portugal compra una casa en la calle Bueso Pineda nº 21 del distrito de Ciudad Lineal donde establece el noviciado.
“A mis amadísimas hijas en Jesús Sacramentado, M. Abadesa y Vicarias de Chauchina y Berja. Ayer no pudimos ir al señor Nuncio; a la hora de salir llegó la señora marquesa de Montefuerte, tan cariñosa y amable, que me dio confianza para manifestarle los motivos de nuestra venida a Madrid y, al mismo tiempo, mi deseo de buscar una fundación en el extranjero o en algún pueblo de la frontera, en prevención de que el Gobierno nos obligara a salir de los conventos, no tuviesen que volver a sus casas, de donde no vuelven como van. A la señora le agradó mucho mi deseo y me ofreció ayudarme un poco, no tanto como ella querría, porque los hijos le dicen que primero es el sostenimiento de las escuelas católicas… y está muy gastada y sin rentas… ¡El Señor sea bendito… que tanto gusta vernos mendigar para su gloria! Toca al corazón de estas buenas almas… pero quiere que nosotras pordioseemos por su amor, sino ¿Qué mérito tendrían nuestros trabajos? La señora quiso llevarnos en su coche a San Ginés y me ofreció volver por la tarde con el auto a recogernos a las 8. Fuimos con ella y rezamos el santo Rosario delante de aquella hermosa imagen de nuestra amadísima patrona de las Angustias, y si vieran, reverendas hijas de mi alma, ¡Cuánto gocé en aquel rato! Parecía que la Virgen Santísima me ponía el cadáver de su Hijo divino en el corazón… sentía mi alma todas las agonías del Corazón purísimo de nuestra madre dolorida, y todos los consuelos del Cuerpo y Sangre de Cristo… Parece quería preparar mi corazón, para grandes trabajos… y se estremeció unos instantes la humana naturaleza… Pero, fortaleciéndome la divina Madre, me ofrecí completamente a su divino querer… sea como él quiera, soy de él y deseo me acepte por su pequeña víctima.” (M.T. Otra Cta. desde Madrid, 20 de julio de 1933)
De Madrid se mueve a los diferentes lugares donde ha ido abriendo comunidades hasta que cae postrada en cama en 1949. Dicen que “de Madrid al cielo” y el dicho se cumple en la vida de Madre Trinidad porque es en Madrid, en el nº 15 de la calle Don Ramón de la Cruz, del Barrio de Salamanca, desde la que ha orientado los últimos años de su misión fundacional, donde parte para el cielo rodeada del cariño de sus hermanas.